Nos despertamos tarde y tras un estupendo desayuno, cogimos nuestras motos para ir de Munduk a Ubud. Iba a ser un día algo largo.

Primero de todo visitamos unas cataratas que hay a unos 3 kilómetros de Munduk, saliendo hacia el norte. Hay que dejar la moto en un parking y luego andar un kilómetro, más o menos. Como en casi todos los templos y atracciones en Bali (incluso algunas playas) hay que pagar por aparcar la moto. Poco (sobre 0,10 €) pero hay que pagar.

Tras el paseito llegas a una cascada con cierta altura pero nada del otro mundo. Nos hicimos las fotos y de vuelta a las motos.

Por el camino encontramos un puesto que vendía café de Luwak. Este café se obtiene de grados previamente ingeridos por un animal tipo uron (el Luwak) que después defeca. Se limpian y se obtiene un café de calidad excelente….eso dicen, jajaja. Es bastante típico.

Tras montarnos en las motos  fuimos al lago de Tablimgan, al cual accedimos tras desviarnos de la carretera principal. Hay que pagar por acceder, sobre un euro, al ser un parque nacional.

El lago es bastante bonito y tiene un pequeño templo a sus orillas. Además en este parque es posible realizar trekkings para ver árboles de espectaculares dimensiones a los cuales es posible escalar. Tras el lago seguimos subiendo hasta un punto intermedio donde existe un mirador con unas excelentes vistas del lago anterior y otro cercano. Aprovechamos la parada para comer.

Tras un buen rato de tertulia continuamos la ruta dirección Ubud.

Para llegar a las famosas terrazas de arroz de Jatiluwih, hay que desviarse hacia el este. No está muy indicado pero preguntando se llega a Roma ;-). Increíble pero para ver estas terrazas también hay que pagar en un puesto en la carretera. Sobre 1€. Se aprovechan de la declaración como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO de estas centenarias terrazas.

Llegamos hasta el mirador y a partir de ahí fuimos caminando un poco a través de los campos de cultivo para disfrutar más y hacer mejores fotos. A ver desde nuestro punto de vista son bonitas pero puedes encontrar de mejores en la misma isla de Bali. Las hacen especiales su antigüedad y los métodos de cultivo tradicionales empleados.

De aquí, continuamos rumbo a Mengwi. Sandra y David se fueron a Ubud directos y nosotros llegamos a Mengwi para visitar el templo de Taman Ayun. Como llegamos sobre las 6 ya no tuvimos que pagar entrada.

No nos dejaron entrar a la parte central del templo pero hay un camino con un muro bajo alrededor desde donde se puede ver perfectamente el interior. Fue fantástico pues estaban de celebración y ofrendas. Todo el mundo, mujeres, hombres y niños iban ataviados con las ropas de gala. Nos quedamos ensimismados. Buena experiencia. Ya de noche continuamos a Ubud.

Como Sandra u David se habían adelantado, cuando llegamos y teníamos homestay buscado y además precioso. Poco más de 9 €, desayuno incluido. La habitación era como una Villa pero con la arquitectura típica y tradicional de la zona. Muy bonita. Además la familia era un encanto y muy serviciales. Llegamos, picamos algo y a dormir. Yo además tenía bastante dolor de cabeza.

Al día siguiente, miércoles aprovechamos para levantarnos tarde y descansar. Yo además necesitaba recuperarme: había pasado una noche fatal con fiebre. Creemos que fue del día del snorkel. El sol pegó muy fuerte.

Tras una mañana tranquila, cogimos la moto y nos acercamos a Denpasar. Queríamos comprar el filtro marino para la GoPro y así echarle un vistazo a la capital. La verdad es que no se ven grandes edificios lo cual nos sorprendió y agradó. Aparcamos la moto y empezamos a buscar hasta que en un centro comercial de electrónica y fotografía nos dirigieron a la caótica Kuta. No nos apetecía per estábamos al lado, así que allá fuimos. El tráfico era horrible pero con moto todo es más liviano. Llegamos a la tienda en cuestión y el único filtro en cuestión que tenían costaba 80€. Nada de vuelta a Ubud con las manos vacías pero al menos algo habíamos conocido de la capital. Cuando llegamos al homestay, nuestros compis ya se habían ido hacia el este. Nosotros nos acercamos a un súper que teníamos cerca a comprar comida para cenar en la terraza de nuestra villita ;-). Yo estaba ya recuperado.

El jueves queríamos irnos hacia el volcán Batur pero antes preguntamos a la familia de nuestro homestay a ver si ellos organizaban algo para visitarlo. Nos comentaron que sí. Por 18,5€ cada uno nos llevaban en furgoneta hasta la falda del volcán donde nos recogía el guía para subirnos al volcán a ver el amanecer. Además incluía desayuno a mitad de camino y desayuno en la cima. Como el precio entraba dentro de lo que habíamos visto, aceptamos.

Al tener el tema claro, decidimos ir por la mañana a visitar Gunung Kawi, un templo a unos 12 km de Ubud. Al cabo de un rato estábamos en el sitio. Para evitar pagar más por el alquiler del Sarong (pareo) que te exigen en casi todos los templos, decidimos comprarnos unos allí. Había un montón de puestecillos de souvenires. Por 3€ teníamos un par de sarongs.

El templo estaba enclavado en un pequeño valle a las dos orillas de un río y con numerosas terrazas de arroz alrededor. Muy bonito. Mucha parte del complejo estaba es cavado en la montaña, lo cual lo hacia distinto al resto de templos de Bali. Para nosotros es imprescindible visitarlo.

Tras la vista, volvimos a Ubud y comimos. Siesta y de visita en moto por la parte de Ubud que todavía no conocíamos. La verdad es que es una ciudad con ambiente pero nada que ver con el de Kuta. Aquí es todo más relajado. Tras el paseito, cena y a dormir pronto que madrugábamos mucho.

Para saber como fue la ascensión al volcán pinchar en este enlace. Allí explicamos todos los detalles.

Volvimos del volcán sobre las 11:00 de la mañana. Nos tomamos el tercer desayuno del día y nos pusimos a dormir. Estábamos cansadisimos. Y caímos rendidos. El resto del día estuvimos deambulando por Ubud sin hacer gran cosa. A pesar del madrugón y del cansancio la visita al volcán había valido la pena mucho. Al día siguiente partimos para Padang Bai.