Nos despertamos sobre las 7:30 para ver el amanecer. Realmente las vistas eran muy similares a las del día anterior, con una ligera tonalidad naranja debido a las primeras luces del sol. Nuevas fotos. 😉
Tras desayunar recogimos y de nuevo en marcha. El paisaje fue al
inicio muy similar al día anterior, o sea, yaks y «desierto». Fuimos conduciendo hasta que llegamos al paso de Nyalam a 3.800 metros de altitud. Ahí paramos durante un buen rato. Teníamos delante de nosotros las cumbre nevadas de los más importantes picos de la cordillera del Himalaya. Un espectáculo sublime. Fotos, un poco de grabar con la retina y al coche, con cierta «pena». A partir de aquí bajábamos casi en picado hacia la frontera.
inicio muy similar al día anterior, o sea, yaks y «desierto». Fuimos conduciendo hasta que llegamos al paso de Nyalam a 3.800 metros de altitud. Ahí paramos durante un buen rato. Teníamos delante de nosotros las cumbre nevadas de los más importantes picos de la cordillera del Himalaya. Un espectáculo sublime. Fotos, un poco de grabar con la retina y al coche, con cierta «pena». A partir de aquí bajábamos casi en picado hacia la frontera.
Al cabo de un rato el descenso era evidente sobre todo en la vegetación que empezaba a surgir en el entorno. Esto ocurre a partir de los 2.800 metros hacia abajo. También la carretera cambiaba: empezábamos a circular por valles muy angostos con un desnivel increíble. Además de preciosos saltos de agua con una caída en altura muy grande, podíamos ver grandes piedras en la carretera, fruto de desprendimientos. Pese a esto y los precipicios que veíamos, intentábamos disfrutar del entorno tan increíble.
Sobre las 4 de la tarde llegábamos finalmente a la ciudad fronteriza con Nepal. Era la población de Zhangmu, a 2.400 metros de altitud. Es una ciudad construida en la fuerte pendiente de la montaña y con una gran actividad, fruto de su cercanía con la frontera (11 km.). Tiene una única calle por la que tratan de circular coches, pequeños taxis, furgonetas y camiones en amos sentidos. Una locura, de verdad. Dimos una vuelta, cambiamos los yuanes sobrantes a las señoras que hay en la calle con bolsos llenos de dinero a tal efecto y nos fuimos a descansar al hotel, el cual, por cierto no estaba nada mal. Al día siguiente entrábamos en Nepal. Y todo con una sonrisa en la boca y grandes instantáneas en el recuerdo….y en la cámara.
Tíbet nos había encantado: su gente, su comida, sus paisajes lo hacen único.
Total gasto de la estancia en el Tíbet, para 2 personas, 8 días: 1.572,98€
– Traslado tren: 241,86€
– Tour: 1.165€
– Propinas: 58,58€
– Alojamiento: incluido
– Comidas: 79,43€
– Visitas: incluidas
– Curso comida: 23,43€
– Varios: 4,68
Total gasto por persona, 8 días: 98,31€/persona/día