En este post os hablamos de las reflexiones y debates que se abren en nuestro interior, a la vuelta de un gran viaje, más allá de la alegría de reencontrarte con la familia y amig@s, se abren reflexiones y debates en nuestro interior.
Nuestro día a día en el viaje
Durante el viaje, nuestro día a día resultaba muy motivante. Cada aspecto cotidiano cuando viajábamos, constituía un reto. No sabíamos donde íbamos a comer, no sabíamos a quien íbamos conocer. Desconocíamos muchas veces donde íbamos a dormir y en muchos casos, que sitios íbamos a descubrir. Desconocíamos qué hora era y el día de la semana en el que estábamos e incluso el mes nos hallábamos. Y lo mejor, no nos importaba esa sensación de “inseguridad”. Y por si acaso nos acostumbrábamos a algo, cada 3 semanas de media, cambiábamos de país y por tanto de moneda, lengua, costumbres, etc.
Perú, Cusco
Además podíamos pasar en unas horas de ir en bañador, por ejemplo en Bali, a tener que llevar polar, en Nueva Zelanda y volver de nuevo al cabo de un mes al puro verano en Estados Unidos, en cuestión de otras 11 horas. Son sensaciones increíbles, al menos para nosotros.
Cuando descubríamos un sitio impactante, nos decíamos «es que todavía nos queda por conocer tal y tal…». Esta rutina de no tener rutina es simplemente maravillosa.
Realmente ves el sentido de esa famosa frase que dice que «la vida es lo que ocurre mientras viajas»…o siendo más precisos, «la vida que tu quieres vivir».
Nuestro viaje fue como respirar profundamente y sentir que aire fresco recorre todo tu cuerpo y tu alma. Te sientes ciudadano del mundo.
Enriquecimiento como personas
Y ya no te cuento como persona. Te «simplificas» mucho: aprendes que no hace falta casi nada para vivir, ni a los niños para jugar, ni a la gente en general para ser feliz. Aprecias el valor de lo sencillo.
En nuestras mochilas hemos transportado todo lo imprescindible para vivir un año. Y si ahora repitiéramos viaje, aún serían más pequeñas. Y realmente no necesitas más.
Descubres países donde la mayoría de la gente sonríe espontáneamente, la palabra «respeto» aún tiene sentido, la «amabilidad» se sigue practicando y la gente se ayuda desinteresadamente y te hace pensar que recuperar esos valores y ponerlos en práctica de nuevo es muy necesario.
Y ves países con mucha diversidad, países con mucha tolerancia y muy ricos culturalmente.
¿Inseguridad?
Viajar es muy sencillo, en general. Un país o zona mínimamente turística tiene siempre gente local dispuesta a ofrecerte todo lo que necesitas: alojamiento, comida, transporte…aunque es verdad que muchas veces intenten sacar demasiada tajada.
Pese a lo que cree la gente también, es seguro, evitando ciertos países, ciudades o zonas y ciertos momentos del día. Por supuesto el riesgo siempre está ahí y hay momentos que estas más expuesto, sobre todo en los transportes.
Compañía
En ese tipo de viajes la compañía resulta fundamental. Vivir sin compartir no tiene sentido y en nuestro caso, hemos tenido mucha, pero que mucha suerte. Anna y yo somos dos personas tolerantes y nos conocemos perfectamente. Ha habido momentos tensos pero los hemos superado perfectamente al minuto. Además cuando uno estaba más de bajón, era el otro el que tiraba del carro.
Sensaciones al regreso
Y después de casi un año, volver a tu casa, te descoloca. Te das cuenta que prácticamente todo está igual que cuando te fuiste. Y bueno es, pues sigue estando la gente a la que quieres. El problema es que no parece que haya un sitio adecuado para ti en este estilo de vida de rutina y estrés. Ya no eres el mismo o sí, pero no estás dispuesto a volver a la «rueda». Tienes la sensación por ejemplo que el pagar una hipoteca es el mayor error de tu vida pues no quieres anclas que no sean la salud de los tuyos. Pero también respetamos a la gente que decide o la vida le ha llevado a ese estilo de vida.
Cada uno es feliz de una manera distinta. En fin en esa tesitura nos hayamos…pero en cualquier caso HA SIDO LA EXPERIENCIA MÁS INCREÍBLE DE NUESTRAS VIDAS. Salirse de la famosa
«zona de confort» ha tenido su recompensa.
Hola! Somos Juanjo López y Anna Luna.
Nos podemos definir como 2 personas muy normales que pensamos que los sueños están para cumplirlos. Y que el azar tuvo a bien juntarnos para realizar uno común: DAR LA VUELTA AL MUNDO, con el hilo conductor de la comida. A partir de ahí no hemos parado de hacer lo que nos apasiona: viajar y descubrir nuevos países, nuevas culturas y por supuesto, nuevos platos sabrosos, sabrosos ?
A mí me pasó lo mismo hace casi ya 5 años. Lo importante es no olvidar las lecciones aprendidas, ser compasivos y recordar peripecias de la aventura cada día. También os daréis cuenta de que vuestra forma de viajar cambiará- ir sólo a una ciudad no os "valdrá la pena" ya 🙂 Un saludo
Elena, lo seguimos llevando muy mal. Y solo pensamos en cuando vamos a volver a hacer un viaje largo. Mientras tanto nos dedicamos a hacer viajes cortos pero sin parar….solo lo que nos limita el dinero
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Configurar y más información
quiero tener esa misma sensacion!!! ojala y pronto pueda cumplir mi sueno d ela vuelta al mundo!
Si tienes oportunidad, NI LO DUDES.
Aquí nos tienes para cualquier duda.
Gracias por seguirnos
😉
A mí me pasó lo mismo hace casi ya 5 años. Lo importante es no olvidar las lecciones aprendidas, ser compasivos y recordar peripecias de la aventura cada día. También os daréis cuenta de que vuestra forma de viajar cambiará- ir sólo a una ciudad no os "valdrá la pena" ya 🙂
Un saludo
Elena, lo seguimos llevando muy mal. Y solo pensamos en cuando vamos a volver a hacer un viaje largo. Mientras tanto nos dedicamos a hacer viajes cortos pero sin parar….solo lo que nos limita el dinero
Saludos y gracias por seguirnos
😉