
Seguimos camino hacia el Gran Cañón. Paramos en Williams el típico pueblo del oeste, cuya vida y actividad giraba en torno a la archiconocida Ruta66. Se percibía en cada bar y cada motel, llenos de letreros y neones con el logo de la mítica carretera y en las tiendas, donde podías encontrar souvenirs de todo tipo. Aún así el pueblo era curioso y valía la pena visitarlo.
Casi 5 horas después de salir de Las Vegas, llegábamos a Tusayan, el último pueblo antes de llegar a la entrada sur del Gran Cañón pero, dada la hora que era, las 3, seguimos directos hacia la entrada del Cañón. En un rato teníamos el coche aparcado.
Llegábamos al cañón con los deberes hechos sobre lo que teníamos que visitar. Esa tarde visitaríamos los miradores de Hermit Road y al día siguiente, de camino a Page, veríamos los de Dessert View drive.
Para visitar los miradores de Hermit Road, tomamos los autobuses gratuitos del parque (línea roja). Estos recorrían la carretera parando a la ida en los 9 miradores existentes a lo largo de los 11 km de la carretera. En el trayecto de vuelta sólo paraba en algunos.
Nos dirigimos a la parada del autobús. Allí, antes de subir, no nos resistimos a echarle un primer vistazo al cañón. I m p r e s i o n a n t e. Nos quedamos con la boca abierta, a pesar de que el día había salido un tanto nublado. Os remito a las fotos. Nos subimos al autobús y fuimos recorriendo los distintos miradores. Cuando la distancia entre ellos no era larga (1-2 km), casi la mayoría, íbamos paseando. Era la mejor manera de disfrutar el paisaje. Si no, cogíamos el autobús. Estos pasaban con mucha frecuencia.
El día mejoró y pudimos disfrutar del espectáculo. Este valle era precioso. Grandes desniveles y estratos con distintas tonalidades. Muy chulo. :-).
Entre unas cosas y otras, se nos pasaron 3 horas volando. El parque ofrecía también otra línea de autobuses, la azul, para moverse dentro del mismo, para la gente que no disponía de vehículo propio.
Buscamos sitio para dormir pero el enorme camping que había dentro, estaba a tope. Nos tocó volver a Tusayan. Allí, viendo lo que costaban los campings, decidimos volver a dormir en el coche. Había a 500 metros del centro un parking bastante tranquilo. Antes nos fuimos a cenar al McDonalds del pueblo. Nada más salir nos quedamos con la boca abierta: había un ¡reno enorme! deambulando por el parking…enorme y precioso. Nos hinchamos a hacerle fotos. Estaba muy tranquilo. Se notaba que estaba acostumbrado a la gente.
Empezó a diluviar y decidimos que era ya de retirarse a dormir…
Para ver gastos, id al último post (etapa 20)