En este post os contamos nuestra experiencia en la vibrante ciudad de Kashan.
Llegada problemática con final feliz
El autobús nos trajo sin mayor novedad a Kashan en las 2 horas previstas. Viaje cómodo con piscolabis incluido (200.000 riales, persona).
De la terminal cogimos un taxi al hotel que nos habían recomendado desde el hotel de Isfahan. En teoría era del mismo nivel/precio y estaba en el centro. Cuando el taxi hubo cruzado TODA al ciudad ya nos mosqueamos. Además taxista en farsi, ya nos lo iba diciendo… resulta que estaba como a 5 km. del centro.
Cuando llegamos, dimos directamente media vuelta y le dijimos al taxista que nos llevara al Manouchehri hotel que recomendaba la Lonely Planet. En estos casos, la famosa guía es muy útil. Lleno 🙁 . Desde este mismo hotel, muy amablemente llamó al Negin Traditional hotel pero solo les quedaba una habitación…
El taxista no llevó por iniciativa propio a uno que conocía él (“very nice, very nice”) y le echamos un vistazo. La verdad es que estaba bien. Era como todos los que habíamos visto en el centro de la ciudad, una casa tradicional, con un gran patío interior donde daban las habitaciones y bastante fresquito. Nos gustó pero las habitaciones estaban bastante “justas” y olían a rancio y húmedo, así que, después de hablarlo el grupo y teniendo en cuenta que era nuestra última noche, abandonamos la idea.
De repente nos acordamos que teníamos un hotel que nos habían recomendado, el Darb-e Bagh hotel, así que le dijimos al taxista que nos llevara. De camino nos paró en otro –por iniciativa interesada suya- para que lo viéramos. De nuevo casa tradicional con patio interior. Chulo, mejor que el anterior, pero ya teníamos en mente el que nos habían recomendado así que allá fuimos.
Cuando llegamos nos quedamos embobados. Misma estructura de patio pero super cuidado y decorado con esmero. Además el dueño era encantador y muy predispuesto a ayudarnos…con el precio también. Habitación doble muy bonita con baño interior, en semi-sótano y desayuno, 4.200.000 riales (26€). Un poco más caro que lo que queríamos pero al ser la última noche, nos lo «permitimos». Además nos llevaron fruta fresca a la habitación. Perfecto.
Al final al taxista le pagamos 150.000 riales del primer trayecto y otros 200.000 por la vuelta al centro y todas las vueltas que tuvimos que dar.
Visitas en Kashan
Abyneth
Teníamos el jueves entero para visitar Kashan. Nada más salir de nuestro hotel, check-out y rumbo a la aldea de Abyneth. Habíamos acordado con el taxita este trayecto y el desplazamiento hasta el aeropuerto por 2.4oo.ooo riales.
Después de una hora llegamos al pueblo. Al entrar hay que pagar un entrada de 100.000 riales por persona. A cambio te dan una pequeña guía con el recorrido a realizar. En lugar de seguir al pié de la letra el camino sugerido, nos perdimos intencionadamente por el pueblo.
Se trata de una aldea muy bonita de adobe color rojizo situada en un valle con un río. Las mujeres llevan en la cabeza un característico pañuelo blanco con flores. Tiene una mezquita e incluso una fortificación fuera del pueblo, a unos 15 minutos andando, desde donde se tiene una buena perspectiva del mismo. Nosotros no la hicimos.
Se trata de una visita muy agradable y recomendable.
Comilona y casas tradicionales
Después volvimos a Kashan y fuimos a comer. Precisamente al Manouchehri hotel , el mismo que estaba lleno la noche anterior y al ser la última comida sentados, también nos permitimos un capricho. El restaurante del hotel estaba recomendado en la Lonely Planet. Al igual que el hotel donde se encontraba, era muy bonito y estaba muy bien decorado. La comida fue muy buena y sin cortarnos mucho a la hora de pedir, salimos a 4 € por persona. Irán nos estaba resultando muy económico.
Tras el manjar fuimos a ver alguna casa tradicional aunque de camino vimos la mezquita de Agha Bozorg, muy curiosa por tener un patio con dos alturas como se aprecia en la fotografía.
Decidimos visitar al casa Tabatabaei que era la que a priori parecía más espectacular y realmente así fue. Era como nuestro hotel pero con varios patios y las paredes y estancias más trabajadas. Además contaba con varias estancias con vidrieras de colores que recordaban mucho a la mezquita rosa de Shiraz.
Aún nos sabemos por qué pero ese día no se pagaba (300.000 riales, la entrada) y además estaba llena de gente de todas las edades…..curioso.
Era la típica casa tradicional, como el hotel en el que estábamos pero más lujosamente acabada. Casa muy bonita y con muchos rincones muy bonitos y fotogénicos. Una acierto.
En la zona hay más casas para visitar así como casa de baños y hammanes, con muy buenos comentarios pero teníamos que ir de compras y además ya habíamos visitado varios.
Compras
Después de hacer tropecientas mil fotos, ya nos dirigimos hacia el bazar a hacer las últimísimas compras: cachimbas, especies, pistachos, regalos, etc. …y casi sin respiro hacia el aeropuerto de Teherán. Ni siquiera pasamos por la capital.
Aeropuerto de Teherán
Llegamos y primero de todo, antes de controles y facturaciones, tuvimos que cambiar el dinero que nos sobró. En 15 días, el cambio había pasado de 1€, 160.000 riales, a 1€, 200.000 riales, con lo que algo de dinero perdimos con el cambio.
¡Advertencia!
tenéis que conservar el papel que documenta el cambio cuando llegáis a Irán pues os lo pedirán cuando volváis a cambiar el día que os vayáis.
Cambiamos, pasamos un primer control, la facturación, una segundo control y a esperar el avión.
Se había acabado nuestra estancia en este maravilloso país
¡TOTALMENTE RECOMENDABLE!