El Delta del Mekong era nuestro próximo y deseado objetivo.
El miércoles nos vinieron a buscar temprano para variar. Habíamos contratado a través del hotel un tour de 3 noches/2 noches para visitar el delta del Mekong. Elegimos la empresa Delta Mekong Adventures. La otra gran compañía que operaba este trayecto, Mekong Tours, no tenía ni una crítica buena en internet. Habíamos leído además que organizarlo por cuenta propia era más caro.

De Camboya a Vietnam

Del hotel nos llevaron al embarcadero y rumbo a Vietnam. La navegación por el Mekong fue muy agradable y relajante. Así al cabo de un par de horas llegamos a la frontera.  Desembarcamos y nos sellaron la salida del país. De ahí, 5 minutos en barco y nueva parada en el puesto fronterizo con Vietnam y nuevo sello. Aquí nos tocó esperar un poco más.
Después, ya sin paradas, navegamos por el río viendo toda la actividad que se desarrolla en su entorno. Es sorprendente observar como toda la vida de la gente gira en torno y está totalmente condicionada por la presencia de este río tan impresionante. Tras 4 horas en barco llegamos a nuestro hotel flotante de la aldea de Chao Doc. Un barco acondicionado como hotel. Dejamos las mochilas y nos fuimos a descubrir la aldea.
Nos quedamos muy sorprendidos desde el minuto uno. Primero de todo, no vimos apenas extranjeros. La ciudad está plagada de sonrisas por todos lados y de niños que no paraban de sonreir con sus inocentes caras y decirnos: «Hello» sin cesar mientras movían sus manos para saludarnos y nos hacían sonreír de forma espontánea.
La ciudad en sí no tiene mucho encanto salvo su paseo ribereño pero lo compensa con una actividad frenética todo el día. También nos chocó algo que luego vimos que era común a todo el país: la increíble cantidad de motos que circulan. No se puede transmitir con palabras. Tras ver el pueblo, nos fuimos a cenar y a descansar.

Can Tho

Al día siguiente jueves, madrugón de nuevo. Tocaba visita a una granja de peces y una aldea. La granja estaba instalada en los bajos una de las numerosas casas que había en el lecho del río, literalmente. Sinceramente la visita nos quitó las pocas ganas de comer pescado de este río. Después visitamos la aldea de una minoría étnica que estaba en las proximidades. Nos encontramos una pequeña porción de Chau Doc, o sea, sonrisas y gente muy amable, sólo que esta vez sin apenas tráfico. Embarcamos y ya rumbo directo a Can Tho.
El camino en barco volvió a ser muy agradable, tal como había ocurrido el día anterior. Es una experiencia realmente aconsejable. Al cabo de 4 horas llegamos a la que es la capital económica del delta: Can Tho. Esta sí que era una ciudad. Nos trasladamos al hotel y luego a dimos una vuelta.
Muy bonita y con mucho ambiente. Esa noche aprovechamos para cenar algo en un mercado. Tomamos «pizza» vietnamita (base hecha con arroz y horneada y con carne y salsas que mejor no preguntar que son), samosas (empanadillas de carne y cebolla) y rollitos primavera. De postre, una pasta tipo gofre con chocolate. Todo buenísimo. Luego, estuvimos paseando un rato al lado del Mekong y a dormir.

Mercados flotantes

Viernes, nuevo día y nuevo madrugón. Hoy tocaba hacer varias visitas. La primera fue el mercado flotante de Caí Rang. Muy bonito. Lo componen muchas barcas ancladas en mitad del río esperando que la gente que luego vende comida en los puestos de los mercados de la ciudad o los turistas, acudan a comprar fruta o verdura. Cada barca tiene un mástil hecho con una caña con una pieza de cada fruta o verdura que venden. Nosotros nos abarloamos a una barca que vendía piñas. ¡Buenísimas!.

Fábricas de noodles

De ahí, visita a una fábrica de noodles. Era muy interesante conocer de primera mano cual era el proceso de fabricación de la comida que luego te tomabas en los puestos de comida. Por último, visitamos una fábrica de arroz donde nos explicaron los distintos tipos y la importancia que tiene el mismo en la vida y economía de Vietnam.

Traslado a Ho Chi Min

De aquí fuimos al hotel a esperar el autobús que nos llevó a Ho Chi Min. 4 horas más de viaje. Una vez en la capital, al bajarnos del autobús nos abordó una señora para ofrecernos su hostel. Cansados fuimos a echarle un vistazo y la verdad es que muy bien: habitación grande para tres personas, con baño dentro y desayuno incluido, 15 euros. ¡Adjudicado! El hostel estaba genial y en pleno centro. Si no llega a venir la señora, hubiera sido imposible encontrarlo. Se encontraba escondido en un callejón con muy mala pinta. Empezaba nuestra estancia en esta ciudad.
Total gasto para 3 personas, 3 días: 246,6€
– Tour: 196,51€
– Hostel: 13.24€
– Comidas: 29,85€
– Varios: 7€
Total gasto por persona,  3 días: 27,4€ /persona/día