Este día era el de la gran final del Mundial de fútbol. Ya habíamos escogido el camping con buena sala común y una gran TV, pensando en esto. A las 7 nos levantamos y fuimos raudos y veloces a la sala. Pensábamos que íbamos a ser los únicos pero no fue así. Ya había como 10 personas. En el descanso aprovechamos para prepararnos el desayuno y tomarlo allí mismo. Al no estar España en la final, nos daba un poco igual quien ganara aunque nos decantábamos un poco más por Argentina al tener varios amigos de aquel
país.

Tras el interesante partido fuimos al i-site a ver las previsiones de tiempo. En la zona del lago eran buenas pero en los alrededores del volcán según donde fuéramos con prevision de lluvias al mediodía en cualquier caso. Al no pintar muy bien el tema nos decidimos por ir directamente a Taupo.

La carretera la verdad es que resultó muy agradable pues discurría todo el rato al lado del lago y había salido en esta zona un día increíble. Las fondo se veían las nubes envolviendo los volcanes. Una lástima. Esta mañana íbamos a realizar un Trekking que empezaba en el mismo Taupo y nos llevaría, al lado del río hasta las cataratas de Huka. El Trekking empezaba en una especie de parque. Al inicio de lo que era el sendero había una especie de poza que se alimentaba de aguas termales naturales. La gente aprovechaba para bañarse….nosotros no nos atrevimos a tanto pero no dejamos pasar la oportunidad de probarla y salía realmente caliente. Seguimos nuestro paseo al lado del río Waikato y al cabo de media hora larga llegamos a las cascadas de Huka. Realmente las oyes antes de llegar. Las cataratas empiezan con un gran estrechamiento del río para luego desembocar en un salto de agua aunque no de gran altura. Pero las cataratas llaman la atención por el inmenso caudal de agua y por el color tan cristalino de sus aguas. Enfrente del salto existen varios miradores. Vale la pena su visita 🙂

Después de ahí regresamos para coger la campervan y visitar los jardines botánicos. Nada del otro mundo pero agradables para pasear.
De aquí fuimos a lo que iba a ser nuestra zona de acampada ese día: una parte del parking al lado del pantano sellan izado a tal efecto. Sólo se permitía la acampada a caravanas «self contained», es decir, que tuvieran depósitos que recogieran las aguas grises y resto de residuos líquidos generados en su interior. Y tuvieran la pegatina exterior que lo acreditara…como la nuestra.
Una vez aparcada, dimos un paseo tranquilamente por esta zona marítima y luego por el resto del pueblo. La verdad es que Taupo nos encantó: es tranquilo, agradable, con casas bajas, muchas vegetación y el encanto especial que le daba el lago. Este inmenso lago que a los ojos del visitante podia dar la sensación de un mar, era en realidad el cráter de un volcán. Muy curioso.
El resto de día transcurrió con la rutina, maravillosa rutina: cena y algo de lectura en nuestra casa móvil  😉
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