Cogimos el tren en Lanzhou a las 22:00. Desde que salimos de Hong Kong, esta era la tercera

noche seguida que dormíamos en un tren pero aún así, no nos quejamos. Son bastantes cómodos. 

Llegamos a Jiuyuguan a las 6:10 de la mañana, tras una noche regular pues nos había tocado en las literas más altas. Eran
bastante claustrofobias y tuvimos que dormir con las mochilas pequeñas en la cama por seguridad. No tuvimos opción. 
Nada más llegar nos tocó andar más de 2 kilómetros con las mochilas a cuestas pues el hotel resultó estar en el centro pero algo lejos. Habíamos reservado hotel después de varios meses sin hacerlo (preferíamos ir a la aventura) ya que en China y especialmente en esta zona, nadie habla inglés y se hace muuuy complicada cada gestión. Llegamos a la dirección del hotel y nos instalamos. Dejamos las mochilas y nos aseamos. Una vez en el hall, preguntamos, como pudimos y con la ayuda del traductor del móvil, cómo llegar al fuerte de Jiayuguan. Conseguimos averiguar que cerca del hotel, teníamos que coger el autobús núm. 4. Y allá que fuimos. No resultó complicado y al cabo de media hora, estábamos en el fuerte. 

El fuerte de Jiayuguan es un complejo que impresiona por sus dimensiones y por el entorno en que se encuentra: en mitad de un paraje inhóspito a las puertas del desierto de Gobi. Además tiene de fondo las montañas nevadas de Qilian y el increíble color del cielo de esta zona. Muy bonito. El edificio en sí es interesante sobre todo cuando lo contextualizas. Fue la puerta de entrada a la ruta de la seda en la época de la Dinastía Ming. La entrada cuesta poco más de 11€ pero vale la pena. Con la misma entrada se puede visitar un tramo de la muralla China que se encuentra a 9 kilómetros pero decidimos dejarlo para el día siguiente a pesar de que nos tocaba pagar a cada uno 2,5€ de más de esa manera. Llevábamos 3 días durmiendo en trenes y, tras más de 2 horas y media de visita, no podíamos más. Tocaba relax. Lo dejábamos para el día siguiente.

Tras el fuerte, cogimos el mismo autobús hacia el hotel. De camino pasamos por un mercado local, con buenas especialidades de la ciudad. Lo que más nos llamó la atención fue una especie de pizza que hacían con verduras que hacían en 2 versiones, picante y normal. Estaba buenísima y además nos sentó genial pues nos recordó un poco a nuestra comida. Además había pinchos de todo tipo, verduras, pipas de todas formas y colores y hasta gusanos. Y por supuesto mucha bollería como en buena parte de Asia, lo cual nos ha sorprendido por un lado y aliviado por otro ;-). Comimos por 1€ y medio ¡los dos!. Luego siesta reponedora de 2 horas y a organizar asuntos del viaje.

El miércoles fuimos a visitar la Gran Muralla. De nuevo el autobús núm. 4 y a la entrada del fuerte. Allí con la ayuda de una chica de la oficina que hablaba inglés que nos hizo de traductora y tres compañeras de trabajo suyas salimos del centro de atención al turista a la puerta de entrada del fuerte donde merodean los taxistas. Allí pillamos a uno y tras una ardua y desesperante negociación a 5 bandas, conseguimos que el taxista nos llevara a la muralla y nos dejara allí visitando la zona durante hora y media y luego nos trajera por unos 9€ los dos. La verdad es que conseguimos buen precio. Lo habitual son 6,5€ pero sólo con 40 minutos de visita en la muralla. Una vez en la entrada a la muralla en teoría teníamos que pagar 2,5€ cada uno por la visita pero le echamos un poco de cara y como el cuño con la fecha no se veía bien, entramos sin problemas 😉

Yo ya había estado en el tramo de la muralla de Beijing y es más espectacular pero también parece la feria. Este tramo es distinto. Los materiales cambian. Aquí se ve adobe y algo de piedra. No es tan alta ni tan ancha pero impresiona igualmente. Desde las torres altas se pueden contemplar las increíbles llanuras del desierto de Gobi, el subibaja de la propia muralla y las montañas. Al salir el día con algo de bruma, no podíamos ver la nieve de las montañas de Qilian. Nos encantó la visita.
Tras la visita, regresamos de nuevo a la puerta del fuerte a coger el autobús que nos llevó en esta ocasión a la estación de tren. Nueva gestión, nuevo problema: teníamos que comprar los tickets de tren para ir a Zhangye, nuestra próxima parada. Menos mal que la señora de la caseta de información nos ayudó. Llamó a una compañera que hablaba más o menos inglés, un lujazo en esta zona. Es más, nos acompañó a la misma taquilla a comprar los billetes. Gente encantadora. Después ya nos fuimos a descansar un rato al hotel. Tras un rato nos fuimos a descansar y luego volvimos al mercado del día anterior a cenar.
El jueves nos levantamos tarde y sobre las 10 a la estación de tren. A las 12:00 salía nuestro tren a Zhangye.
Total gasto para 2 personas, 2 días: 119,92€
– Traslado tren: 41,49€
– Autobús: 1,16€
– Alojamiento: 27,97€
– Comidas: 13,29€
– Visitas: 32,63€
– Varios: 3,38€
Total gasto por persona, 2 días:  29,98€/persona/día