Aprovechando que habíamos dormido en el parking del i-site, por la mañana, tras desayunar, nos acercamos a ver que nos ofrecía la ciudad. Nos recomendaron básicamente pasear por el centro y visitar la catedral de Christ Church. Además inicialmente no teníamos que mover la campervan pues era temporada baja y dejaban 3 horas gratis de parking 🙂

Visitamos el centro, bastante ambientado y con algunas casas antiguas interesantes, para dirigirnos a la catedral. Inicialmente nos impresionó pues
esta situada en una colina. Pero una vez dentro no tiene nada especial.
Volvimos entonces a recoger la ruiditos. A las 10:00 habíamos quedado para llevarla al taller y que le cambiarán el motor del limpiaparabrisas. El taller no estaba muy lejos. La llevamos y el mecánico nos comentó que tardaría un par de horas. Aprovechamos para ir a visitar la cercana playa de Tahunanui y hacer algunas fotos y luego almorzamos. A las 12:00 recogíamos finalmente nuestra campervan.

Nos dirigimos entonces camino a Picton, donde partían los ferries hacia Wellington. Una vez llegados a la localidad de Havelock, teníamos dos opciones para llegar a Picton. Una, evitar las curvas dirigiéndonos hacia el sur para posteriormente volver de nuevo hacia el norte. Era el camino más relajado pero bastante largo. Otra, ir por la Queen Charlotte Drive al lado de la costa, camino con muchas curvas pero más corto y más bonito. Como no teníamos ninguna prisa, decidimos ir por el camino costero. Y no nos equivocamos. A pesar de las curvas, las vistas desde esa carretera valían ampliamente la pena. Paramos cada dos por tres para hacer fotos. Es más, cuando nos quisimos darnos cuenta, habíamos llegado a Picton.
Picton era una pequeña ciudad localizada al lado del mar, rodeada de montañas y puerto de entrada y salida de los ferries a/desde la isla norte. Como era habitual, primero de todo fuimos al i-site. En aquella ciudad, las posibles actividades se limitaban a pequeñas caminatas por los alrededores. De esta manera, decidimos quedarnos un día más y coger el ferry al día siguiente. Allí mismo se podían comprar los billetes del ferry. Anna, yo y la ruiditos, 180€.
El resto del día lo dedicamos a pasear por el centro de esta bonita y agradable localidad y hacer algunas compras de comida. Sobre las 6 nos trasladamos a nuestro lugar de acampada, situado a unos 7 kilómetros. Era bastante popular y esa noche la pasamos junto a 5 campervans más.
Para ver gastos, id al último post (etapa 28)