
Tras una semana de dormir en zonas de acampada libre (y
permitida o mejor dicho no prohibida), esta noche tocaba pagar camping. Aprovecharíamos para aprender cómo vaciar las aguas sucias y grises y nos pegaríamos una ducha de agua caliente en condiciones.
permitida o mejor dicho no prohibida), esta noche tocaba pagar camping. Aprovecharíamos para aprender cómo vaciar las aguas sucias y grises y nos pegaríamos una ducha de agua caliente en condiciones.
Nada más llegar fuimos al i-site como era costumbre. Aquí podíamos comprar el tour para hacer el famosísimo crucero de Milford Sound. Había 2 opciones, cogerlo desde Te Anau y que te llevarán en bus hasta allí o ir por cuenta propia hasta el barco. Aunque salía más caro coger el tour con el bus incluido, nos decidimos por esta opción: habia amenaza de mal tiempo, la carretera era de montaña y había que contar el gasto en gasolina de nuestra campervan que, al ser bastante grandes, era elevado. Total al final pagamos por persona, 61,5€ e incluía recogida, transporte de ida y vuelta a Milford con paradas para ver los puntos del camino más interesante y el crucero en el fiordo, con comida incluida. No era tan caro, si lo pensabas bien. Además así descansaba yo un poco de conducir y más por esas carreteras de curvas. Preguntamos además que podíamos hacer por la ciudad y nos recomendaron un Trekking sencillo a pie del lago.
Te Anau es una ciudad pequeña de casas de una planta a orillas de un precioso lago y rodeada de altas montañas. La ciudad era preciosa y se notaba pues tenía bastantes alojamientos turísticos.
Fuimos entonces a buscar camping, de pago. Había 2 y nos decidimos por uno de la cadena Kiwi Holiday Park. Estaba genial: tenía todos los servicios básicos (agua, electricidad, recogida de aguas sucias y duchas/servicios) además de salas comunes (bien atemperada) y cocina. 22,4€ caravana y 2 personas, bien. Dejamos cargando la caravana y nos fuimos.
El Trekking era tan largo como uno quisiera. Empezamos a hacerlo y al cabo de un rato, Anna, cansada, se retiró. Yo, que no tengo fin, continué una hora más. Fue una caminata sencilla para conocer un poco más los alrededores del lago.
Sobre las 4:30 ya estaba en el camping. Anna había aprovechado para hacer algo más provechoso que yo: comprar víveres. Avisamos entonces al responsable del camping para que nos enseñara todo el tema de las aguas sucias y resultó ser muy sencillo. Aprovechamos también para llenar el tanque de agua. Después de eso era el turno de la ducha de agua caliente. Fue fantástico, con el frío que hacia fuera, pegarse una ducha de agua muy caliente en aquellos baños. Eran unas instalaciones de primera. Después cena y a relajarnos y dormir. Al día siguiente tocaba madrugar.
Para ver gastos, id al último post (etapa 28)