Tras el correspondiente desayuno matutino, pusimos rumbo a Queenstown. La noche había sido muy tranquila y habíamos descansado muy bien.
Al poco de iniciar nuestro recorrido del día, nos encontramos con el lago Wakatipu, que ya no dejaríamos hasta Queenstown. Era un lago muy bonito que, unido al estupendo día que nos había salido, eran los ingredientes perfectos para unas buenas fotos. Así que el breve recorrido hasta Queenstown, se prolongó más de lo normal….pero es que era ¡tan fotogénico! 😉
Llegamos a Queenstown a mitad de mañana. Sólo circulando a través de ella en coche, se notaba que era una ciudad muy turística; muchísima gente por todos lados. Además de las actividades propias del verano en un lago, esta ciudad tenía mucho movimiento invernal, pues tenía varias estaciones de esquí cercanas.
Como habíamos llegado pronto, decidimos continuar la carretera alrededor del lago para llegar a la localidad de Glenorchy, en cuyos alrededores se filmaron algunas de las escenas de El Señor de los Anillos. El pueblo en sí son «cuatro» casas y poco más. No vale la pena mucho visitarlo aunque sí hacer la carretera que lleva hasta ella. Muy bonita y con muy buenas vistas del lago.
Ya de nuevo en Queenstown, visitamos los jardines botánicos y estuvimos paseando por el centro de la ciudad.
Poco más hay que hacer aquí en invierno, salvo esquiar. En verano se pueden practicar un montón de actividades acuáticas aprovechando la presencia del lago. La verdad es que es una ciudad muy bonita y el entorno es precioso. Además tiene muchísima vida comercial y es un gustazo caminar por sus calles. Nos llamó mucho la atención un juego que práctica a la gente en los jardines botánicos: se trataba de «encestar» un frisbbie en una especie de canasta (baja) situada a varios metros. Cada canasta, al igual que el golf, tenía un «par». Curioso pero había mucha gente jugando.
Tras pasar la tarde en la ciudad, localizamos nuestro lugar de acampada y para allá fuimos. Estábamos cansados. Había sido un día intenso.
Hola! Somos Juanjo López y Anna Luna.
Nos podemos definir como 2 personas muy normales que pensamos que los sueños están para cumplirlos. Y que el azar tuvo a bien juntarnos para realizar uno común: DAR LA VUELTA AL MUNDO, con el hilo conductor de la comida. A partir de ahí no hemos parado de hacer lo que nos apasiona: viajar y descubrir nuevos países, nuevas culturas y por supuesto, nuevos platos sabrosos, sabrosos ?
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Configurar y más información