En este post, os contamos la llegada de la etapa final a la capital, Colombo.

Salida de Bentota

Recogimos con cierta tristeza nuestras mochilas en el bonito hostal de Bentota en el que habíamos pasado el último día y medio. Tristes porque dejábamos atrás una zona muy chula y también porque sentíamos que aquello se acababa. ¡Es lo que hay!
En un rato empezamos a entrar en los suburbios de Colombo. Por lo que habíamos leído de esta ciudad era más bien fea y caótica con lo que decidimos quedarnos alojados en la zona deMonte Lavinia, unos 2 kilómetros y medio al sur del centro de la ciudad. Eran una zona más «tranquila» y aún podríamos disfrutar de algo de playa y mar.

Visita a Colombo

Llegamos más bien pronto, sobre la 1 del mediodía en medio de un calor sofocante y húmedo que nos había acompañado durante todo el recorrido. Como siempre a buscar el hostal de turno, con la ayuda de nuestras aplicaciones de móvil. Aún así costaba…
Nos quedamos en elBlue Seas Guesthouseun hostal precioso en medio de unos jardines que te hacían olvidar el tremendo ruido que generaba la muy transitada carretera a la capital. Y además a escasos 100 metros de la playa. Eso sí había que cruzar la vía del tren. Habitación amplia con camas grandes, baño dentro con agua caliente y buenas vistas por 3.000 LRK (18 €). F

ue una buena despedida del país.

Fuimos a comer al típico chiringuito de playa y por la tarde decidimos visitar la ciudad pero yendo en el bus público. No valía la penas arriesgarse a tener un percance conduciendo a esas alturas del viaje. Además de más seguro, barato.
De esta manera estuvimos paseando por los barrios de Colombo Fort y Pettah, lo más conocido. Allí visitamos el Antiguo Hospital Holandés, un antiguo edificio del siglo XVII, exquisítamente restaurando y que hoy en día alberga distintos restaurantes y tiendas. Es muy agradable su visita. También acudimos a ver Central Pointun antiguo edificio neoclásico con la lámpara de araña más alta de Asia, en su vestíbulo. Luego caminando pasamos por delante de la Torre del Reloj; el actual faro de Colombo; la Sambodhi Chaitiya, una dagoba situada a 20 metros del suelo soportada por 4 columnas curvadas de hormigón, para que pueda ser vista por los marineros; la Casa Presidencial; los edificios Lloyd’s, etc.

Después, en mitad de la calle, nos interceptó un tuk-tuk, que se ofreció a llevarnos a ver la curiosa mezquita de Jamik-Ul-Alfar, el templo de Gangaramayay y el lago South Beirapor muy poco dinero. Accedimos y en un rato ya lo habíamos conocido todo.

Cansados decidimos volver al hostal, en autobús como los locales e ir a cenar cerca y descansar. Al día siguiente teníamos un buen tute.
Colombo no es una ciudad especialmente bonita pero ya que nos cuadró bien para dormir allí, aprovechamos para descubrir algún rincón con encanto de la misma.

Despedida

Bien tempranito, ya por pura costumbre nos despertamos y fuimos a desayunar a uno de los chiringuitos de la playa. Era increíble la vida que tenía la playa en esta zona incluso a primera hora. Y no solo turistas sino también locales.
Cargamos los bártulos y pusimos rumbo a Negombo atravesando los suburbios de Colombo. La verdad es que nos llevó un buen rato. La circulación por esta ciudad, aunque fuera por el extrarradio es caótica y pesada: todo el rato vigilando las motos, tuk-tuks y camiones que se te iban cruzando de lado a lado. Al rato de casi 3 horas llegamos al lugar de alquiler de los tuk-tuks, la empresa de Rocky en Negombo. Le devolvimos aTukycon cierta pena, pues se había portado estupendamente durante el viaje y nos devolvieron la fianza. Todo había ido muy, muy bien. Estábamos encantados con la experiencia vivida a bordo de un tuk-tuk, sin duda.
De la oficina de Rocky, ya nos dirigimos al aeropuerto donde llegamos sobre las 3 de la tarde. Nuestro vuelo salía a las 9 así que teníamos tiempo de sobra para comer, pasear, reclamar la indemnización de 50 $ por persona por el retraso de las mochilas a Air China, leer, cenar, conocer españoles…fue una tarde entretenida.
Hacíamos una escala de 9 horas en Pekín que nos dió para escribir un post aparte.
¡Nos ha encantado Sri Lanka!

Resumen de la etapa

Bentota – Colombo
Tiempo invertido: 2 horas y media.
Kilómetros: 85 km.
Tipo carretera: buena, aunque con mucho tráfico
Si queréis saber más de Sri Lanka, pinchad en este enlace