En este post os contamos nuestra experiencia en Sri Lanka y en concreto en la ciudad de Anuradhapura.
Llegada a Sri Lanka
Lo del low cost mochilero es lo que tiene, que encuentras billetes muy económicos para viajar pero por otro lado las escalas no tienen mucho sentido desde el punto de vista del sentido común del viajero.
Nuestros trayectos para llegar a Sri Lanka fueron Barcelona – Frankfurt (escala de 10 horas), Frankfurt – Beijing (escala de hora y media) y finalmente, Beijing – Negombo (Sri Lanka). Salíamos el miércoles 30/12 a las 6:30 de la mañana y llegábamos a Sri Lanka el jueves 31/12 a las 20:00…….casi nada.
Volamos con Air China por primera vez y todo son comentarios positivos.
Al menos la escala nos dió la oportunidad de conocer Frankfurt, visitar su bonito centro histórico y probar sus famosas salchichas en un mercado cubierto que encontramos perdiéndonos por la ciudad. Aunque hacía un frío espantoso, acostumbrados al suave invierno que hace este año en España, disfrutamos la visita.

Y fue llegar a Sri Lanka y suceder lo que no nos había ocurrido en un año de vuelta al mundo. Para empezar nuestras mochilas se quedaron en Beijing. Hicimos la correspondiente reclamación y empezamos nuestra ruta con las dos mochilas pequeñas y la ropa puesta…….pero sin mayor preocupación…..ante todo ¡Actitud! :-). Las grandes nos las llevarían donde estuviéramos una vez llegaran a Sri Lanka.
Como dato curioso comentaros que cuando llegas al aeropuerto, te facilitan gratuitamente una tarjeta SIM para que la puedas recargar y utilizar en el país ¡un detalle!.
Negombo
Tras una corta carrera en tuk-tuk (750 rupies/4,63 €), llegamos a un hostal a Negombo, cenamos, localizamos para el día siguiente la oficina de Rocky, la persona que nos iba a alquilar el tuk-tuk y nos fuimos a descansar o al menos intentarlo pues el calor era asfixiante… Conseguimos la habitación doble, tras una dura negociación, por 1.700 LRK (10,50 €). Teníamos baño dentro, ventilador, agua fría y wifi. No estaba mal, al tratarse de una zona turísitica.
Por la mañana nos despertamos con la segunda sorpresa negativa en una horas: por la noche a través de la ventana nos habían robado 70 euros del bolsillo del pantalón que habíamos dejado cerca de la ventana y que habíamos dejado abierta por la gran cantidad de calor que hacía. Nos parecía casi imposible que nos hubieran robado…además es que no habíamos oído nada durante la noche ninguno de los dos…
Segundo traspiés en 12 horas pero bueno teníamos 16 días maravillosos por delante para disfrutar.
Bueno, nos fuimos a la oficina de la empresa de Rocky, Pick&Go Travels, y firmamos todos los papeles del alquiler de nuestro tuk-tuk para las siguientes dos semanas, dejamos la fianza y realizamos la clase demostración para ver un poco como funcionaba el mismo. A los 5 minutos, como ya había pasado con todas las motos, coches, furgos, etc. que habíamos alquilado en nuestra vuelta al mundo, el vehículo ya tenía su apodo cariñoso…»Tucky»(si queréis saber más de nuestra experiencia conduciendo con Tucky, buscad el post correspondiente).

Como casi no teníamos equipaje, en 10 minutos estábamos listos para salir dirección Anuradhapura. Estábamos como niños con zapatos nuevos 🙂
Anuradhapura
Los primeros kilómetros transcurrieron más bien lentos, hacíamos una media de 30 km pero había mucha circulación y había que cogerla la manera y las formas a «Tucky». 5 horas y mucha filosofía después llegábamos a Anuradhapura. El camino había sido bonito y la última parte estaba llena de palmerales. Hasta nos había llovido un rato para refrescar.
Como llegamos temprano, aprovechamos para dar una vuelta por la ciudad (no hay mucho que ver en la parte nueva) y comprar algo de ropa interior y de calle hasta que llegaran las mochilas. Cenamos y para el hostal que habíamos encontrado. Esta vez conseguimos, nuevamente tras negociar bastante, una habitación doble con ventilador y baño interno por 1.500 LKR (9,26 €).
Respecto a la comida en esta zona es mayoritariamente india pero nosotros encantadísimos.
Imaginad la cara de la gente cuando veía llegar a 2 extranjeros en tuk-tuk llegar a cenar al típico restaurante de ellos. Genial
Esa noche dormimos como dos niños. Lo necesitábamos.
Al día siguiente tocaba visitar las ruinas de la ciudad antigua de Anuradhapura, antigua capital de Sri Lanka.
Una de las críticas que tienen los viajeros cuando visitan este país es el alto precio que se ha de pagar por las entradas de las ciudades antiguas. Realmente son excesivos en relación al nivel de vida del país. En cada caso, os vamos a ir dando nuestra opinión.
En el caso de Anuradhapura, la entrada son 25 US$. La zona a visitar es muy extensa y lo más recomendable es hacer uso de una bici. En nuestro caso teníamos la inestimable ayuda de Tucky y no nos hizo falta.

Las 4 zonas del complejo son
– Mahavihara
– Monasterio de Abhayagiri
– la Ciudadela
– Jetavanarama
y salvo la ciudadela, fuimos capaces de verlo casi todo sin pagar…
Maha Bodhi
Es el árbol certificado como el más antiguo del mundo, unos 2.000 años.

El palacio de bronce
Solo quedan las columnas..
Ruvanvelisaya
Enorme daboba blanca con un preciosos entorno de jardines
Jetavanarawa
Es una de las dagobas más impresionantes del recinto tanto por su tamaño como su color marrón negruzco.

Thuparama dagoba
Seguramente la más bonita que visitamos por las coloridas telas de colores que la adornan, las columnas de piedras que salpican su estructura y la gente rezando en su interior.

Eth Pokuna (estanque del Elefante)
se trata de un tranquilo estanque situado en una zona verde preciosa y muy tranquila.
Abhayagiri Daboba
preciosa dagoba de dimensiones brutales, una de las construcciones más grandes del mundo antiguo.
Isurumuniya Vihara (templo de la roca)
Al final lo que más nos llamó la atención de la visita a la ciudad antigua fue la cantidad de gente que encontramos rezando en su interior. La gente vive su fe con mucha pasión y es algo muy resaltable a nuestros ojos.




Resumen de la etapa:
Negombo – Anuradhapura
Tiempo invertido: 5 horas.
Kilómetros: 175 km.
Tipo carretera: bastante buena, con mucho tráfico al principio.
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